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“Jamás me habría imaginado que tendría que salir de mi país”

Mensajeros ha acogido a 70 de los de los 220 refugiados ucranianos del primer vuelo del corredor humanitario que han organizado Open Arms y Solidaire para huir de la guerra de Ucrania. Un equipo de Mensajeros de la Paz se desplazó a Varsovia para recoger a las familias y salir rumbo a España el pasado 12 de marzo. El vuelo hizo una primera escala en Barcelona, donde se quedaron más de 150 personas, y continuó hasta Madrid con los 70 refugiados restantes. 
 
Mensajeros se hizo cargo del viaje y del acompañamiento hasta la estación de Atocha para 36 de ellos que tenían familiares que les estaban esperando con los brazos abiertos, 5 de ellos se quedaron en Madrid, también con familiares; otros 5 se derivaron a otros ONG y 20 fueron trasladados hasta El Espinar-San Rafael, en la provincia de Segovia, donde varias familias con experiencia en el acogimiento, les daban las bienvenida con chocolate con churros.  En su mayoría, mujeres y niños, que llegaron cansados y muy afectados, después de verse obligados a huir de sus hogares, tras la invasión de Ucrania por el ejército ruso el pasado 24 de febrero. 

“Ha sido un vuelo largo y todos están muy cansados, pero cuando se han encontrado con el padre Ángel y varias personas que les daban la bienvenida, han recuperado por un momento la sonrisa.”

Una alianza estratégica entre distintas entidades de la sociedad civil ha hecho posible organizar en tiempo récord el primer corredor humanitario aéreo para trasladar refugiados que huyen de Ucrania y acogerlos en España. Open Arms y Solidaire han logrado abrir este pasillo humanitario aéreo, cuyo primer vuelo ha tenido como destino Madrid y Barcelona, desde Varsovia, en Polonia, para trasladar a 220 refugiados ucranianos. Hay diferentes entidades de acogida que brindan espacios y familias a los refugiados, entre ellas: Ajuntament  de Badalona, Ajuntament de Guissona, la Fundació Convent de Santa Clara y Mensajeros de la Paz. Todo ha sido posible gracias a la estrecha colaboración con la Fundación Pro style en Polonia. Asimismo, han tenido un papel decisivo el Consulado General de España en Varsovia, la Fundación DKV Integralia, Ergo Hestia (Polonia) y la empresa Audax Renewables que se ha hecho cargo de la logística en origen. 
 
En Madrid, Mensajeros de la Paz junto con la Asociación Cueva Valiente, han acogido a 70 refugiados: mujeres, niños y personas mayores de 70 años. Sergio Mella, el padre Valentín y Nati Barreno, acompañados de varios voluntarios volaron hasta Polonia para recogerles, darles la bienvenida y acompañarles en los distintos trayectos.
 
“Ha sido un vuelo largo y todos están muy cansados, pero creo que en cuanto han llegado a Madrid y se han encontrado con el padre Ángel y varias personas que les daban la bienvenida, han recuperado por un momento la sonrisa”, comenta Sergio Mella. “Es muy duro ver cómo llegan desde la frontera, mujeres solas con niños pequeños, mujeres ancianas solas…a un destino nuevo, donde tienen que empezar su vida desde cero”, continúa. “Teníamos reservadas 70 plazas para familias de refugiados entre El Espinar y Madrid pero hemos localizado y gestionado el traslado de muchos de ellos con sus familiares, por lo que quedan 50 plazas disponibles para futuros viajes humanitarios de acogimiento, que tenemos previsto realizar muy pronto”, concluye Sergio.
“Nos decían que en España nos acogerían muy bien pero esto que nos hemos encontrado aquí es lo más cercano al Paraíso”.
En una rueda de prensa ofrecida en El Espinar al día siguiente de la llegada de los refugiados, se pudieron oír dolorosos testimonios sobre esta cruda situación. Una mujer  de más de 70 años comentaba entre lágrimas «soy viuda desde hace poco y he sufrido dos infartos; mi edificio se desplomó con las bombas y murieron 5 de mis vecinos.  Jamás me habría imaginado que tendría que salir de mi país». Sin embargo, y según relataba, tras el bombardeo de la torre de comunicaciones de Kiev decidió partir con lo puesto y con sus inseparables muletas que le sirven de andadores. A pesar de su gran abatimiento, agradeció de forma emocionada a Mensajeros el tramitar y posibilitar su acogida en España: “Nos decían que en España nos acogerían muy bien pero esto que nos hemos encontrado aquí es lo más cercano al Paraíso. No tengo palabras para agradecer tanto”.
“Había reservadas 70 plazas para familias de refugiados, pero se ha gestionado el traslado de muchos de ellos con familiares, por lo que, por suerte, quedan 50 plazas disponibles para futuros viajes humanitarios”

La Asociación Cueva Valiente ha sido la encargada de alojar a los refugiados con familias que ya tenían cierta experiencia por su historial con los niños enfermos de cáncer de Chernobil. Se trata de una asociación idónea para esta colaboración, ya que su actividad está directamente ligada a Ucrania. Se creó hace 25 años por el padre Valentín principalmente para ayudar a los niños: acoger a niños afectados por la explosión de la planta nuclear de Chernóbil; ayudar en Benin para la erradicación de la esclavitud infantil así como ayuda humanitaria en los horfanatos.  

Su red de familias que recibieron durante muchos veranos entre 70 y 75 niños ucranianos ha sido la misma que ahora acoge a las familias del mismo país. Una experiencia que facilitará sin duda la adaptación a su nueva realidad en España.

“Las familias están contentísimas, deseando que vayan a sus casas para ofrecerles un hogar en el que puedan sentirse seguros”, dice el padre Valentín. Cueva Valiente ha desarrollado multitud de actividades humanitarias, sobre todo en el envío de alimentos dentro y fuera de España, en colaboración con Mensajeros de la Paz.

Se estima que más de 4 millones de personas se verán obligadas a huir de Ucrania como refugiados debido a la invasión rusa del país el pasado 24 de febrero, que se ha convertido en la mayor emergencia humanitaria en Europa desde la II Guerra Mundial.