Scroll Top

Culmina con éxito el convoy humanitario de taxis de Madrid a Ucrania

Un convoy solidario de 34 taxis madrileños, apoyado por Mensajeros, ha culminado con éxito un largo periplo en el que han logrado llevar 25.000 kilos de ayuda humanitaria a la frontera polaco-ucraniana y traer de vuelta a Madrid a 135 refugiados que huyen de la guerra. El convoy partía el viernes 11 marzo con la bendición del Padre Ángel, que saludó uno por uno a los taxistas participantes. Emocionados, cansados y muy motivados, los taxistas quedaron impresionados por la cantidad de refugiados que necesitan ayuda: “Esto es muy duro, hay muchísima gente, bebés, niños, mujeres, la pena es no haber podido traer a más”, comentaron satisfechos de poder ayudar.
“Es la mejor carrera de mi vida”, comentaba José Miguel Fúnez, uno de los precursores de la caravana, “la más humana y la que ninguno olvidará jamás".

 

La Federación Profesional del Taxi de Madrid, en colaboración con varias administraciones publicas y diversas ONG, entre ellas Mensajeros, ha logrado culminar con éxito un convoy solidario de taxis que, tras más de 120 horas de viaje, ha atravesado Europa para llevar ayuda humanitaria a Varsovia y regresar a Madrid con 135 refugiados ucranianos. “Es la mejor carrera de mi vida”, comentaba a EFE José Miguel Fúnez, uno de los precursores de la caravana, “la más humana y la que ninguno olvidará jamás».
 
Los componentes del convoy sacrificaron una semana de sueldo para recorrer los 2.800 kilómetros que separan Madrid de Varsovia, donde les esperaban los refugiados, ya organizados gracias a la Embajada de Ucrania en España y una ONG polaca. Allí, cansados por el largo viaje y las decenas de horas de conducción que habían dejado atrás y que les esperaban para regresar, comentaban que fue “Imposible no llorar, los refugiados en agradecimiento a la solidaridad y nosotros porque en ese momento nos dimos cuenta de la magnitud de lo que habíamos hecho. Eran ellos, los refugiados, los que nos aplaudían a nosotros”, declaraba una taxista a la agencia EFE.
Entre los 135 refugiados que han logrado traer a España figuran 3 bebés. Su madre no podía contener las lágrimas consciente de lo que dejaba atrás.

 

Entre los 135 refugiados que han logrado traer a España figuran 3 bebés. Uno de ellos, dormido, embarcaba en el primer taxi en la mañana del 14 de marzo en brazos de su madre, que no podía contener las lágrimas consciente de lo que dejaba atrás. “Lleva todo el viaje dormidito, como si no pasara nada», señaló a EFE José Miguel Fúnez.
 
El convoy, compuesto por una treintena de vehículos, partía el pasado 11 de marzo desde la Terminal 4 del Aeropuerto de Madrid en un emotivo acto en el que el padre Ángel agradeció a todos  y cada uno de sus componentes la acción solidaria que se disponían a emprender. La caravana solidaria alcanzó el punto de destino, un centro comercial a 25 kilómetros de Varsovia, la capital de Polonia, tres días después, tras atravesar Francia, Luxemburgo y Alemania. En cada taxi viajaban dos voluntarios para turnarse la conducción. Contaban con una furgoneta taller para realizar las eventuales reparaciones que podrían producirse en un itinerario tan largo. En total, una semana de viaje, con maratonianas jornadas de conducción de 800, 600 e incluso 1.400 kilómetros por día, en la que participaron casi 70 taxistas.
“Esto es muy duro, hay muchísima gente, bebés, niños, mujeres, la pena es no haber podido traer a más”
La respuesta a la convocatoria realizada entre los integrantes de la FPTM fue masiva, y más de 100 voluntarios de la Federación quisieron participar en el convoy, pero muchos de ellos no podían permitirse perder días de trabajo e invertir en combustible. Sin embargo, los participantes animaron a sus compañeros a apuntarse en el caso de que se vuelva a organizar: “Lo volvería a hacer, le digo a mis compañeros que no se lo piensen tanto y que vengan, cuántos más coches, más van a poder aportar”, comentaba en Twitter uno de los taxistas.  “Hay muchísima gente en la frontera”, afirma otro, “hay muchos niños, bebés… aquí haría falta más, esto es muy duro, pero ha merecido la pena, lo haría otra vez, es una pasada, la pena es que no nos podamos llevar a más gente. Es un baño de realidad que nos enseña que no nos tenemos que quejar por nimiedades”.
“Esto es un baño de realidad que nos enseña a no quejarnos por nimiedades”
Mensajeros en colaboración con el COAM, el Colegio de Arquitectos de Madrid, atendió a todos los refugiados que llegaron a la iglesia de san Antón, a las 12.30 de la noche, estableciendo primero un control de antígenos en la propia iglesia y más tarde un puesto de organización en la planta baja del COAM donde se habilitaron mesas con comida caliente y bebidas; un espacio destinado a los niños con juegos, películas y juguetes y tres mesas que se ocuparon de organizar los grupos de refugiados según su situación. 
 
Todos quedaron atendidos gracias a la gran labor de los voluntarios, tanto de Mensajeros de la Paz como del COAM, así como el equipo de trabajadores de la ONG que esa noche se esforzó en que la organización estuviera a la altura del momento con empatía y cordialidad. Entre los voluntarios se encontraban varios traductores para hacer su llegada más sencilla. Tanto la Vicecónsul de Ucrania, Yulia Gladush como el Primer Secretario, Dmytro Lozytskyi, esperaron la llegada de los refugiados y los acompañaron hasta que estuvieron organizados todos y con un lugar seguro para pasar estos días. La Embajada de Ucrania ha estado coordinando con los taxistas de Madrid su iniciativa desde el primer momento hasta garantizar el paso de sus compatriotas por España así como sus destinos finales.
 
Durante toda la noche numerosos medios de comunicación acudieron para narrar la peripecia vital de todas estas personas que han dejado, de momento, toda su vida atrás.