Con profundo pesar, desde Mensajeros de la Paz lamentamos el fallecimiento de Su Santidad el Papa Francisco, guía espiritual y referente moral de nuestro tiempo. Su partida deja un vacío inmenso en la Iglesia Católica y en los corazones de quienes, como nosotros, compartimos su compromiso con las personas más vulnerables.
El Papa Francisco fue un firme defensor de las personas más desfavorecidas, dedicando su pontificado a la justicia social y a la dignidad humana. Su apoyo a nuestra misión fue constante y generoso, alentándonos a abrir las puertas de nuestras iglesias las 24 horas para acoger a todos, especialmente a quienes más lo necesitan.
La propia Iglesia de San Antón, que este año cumple su décimo aniversario, nació inspirada por su llamada a que las iglesias fueran “hospitales de campaña”, abiertas al dolor humano y a la exclusión. Esa visión marcó profundamente nuestro camino y transformó nuestra manera de vivir el Evangelio.
Nuestro presidente, el Padre Ángel, se encuentra profundamente afectado por esta pérdida. Ha expresado su tristeza por la partida de un amigo y pastor que siempre estuvo al lado de los más necesitados. Mantuvo una relación cercana y afectuosa con el Santo Padre. Compartieron encuentros memorables, como la audiencia privada en diciembre de 2022, donde el Papa le instó a “seguir soñando” a pesar de la edad. En otra ocasión, el Padre Ángel acudió al Vaticano junto a 50 personas sin hogar, recibiendo del Papa unas palabras que llevamos en el corazón: “Seguid, Ángel. Ellos sí que son la carne de Cristo”.
Que su ejemplo nos inspire a seguir construyendo un mundo más justo y solidario.
Descanse en paz, Papa Francisco.