Entrevistamos a Juan Pedro Castellanos (@fundacion_edelvives #sumamosproyectos –Instagram-; Fundación_Edelvives –FeceBook-) , Director de la Fundación Edelvives, un apasionado por la educación y por las personas, que nos cuenta cuáles son sus criterios sobre el actual sistema educativo en España.
MdP .- ¿Qué valores enseñan hoy día los maestros a los niños?
Fundamentalmente a ser personas; todos los valores que ello conlleva, algo recogido en los Derechos Fundamentales del Niño: educar en el respeto, la tolerancia y la libertad y el cuidado de los demás.
MdP .-¿Cómo valora la sociedad la figura del maestro?
Creo que cada vez mejor, la pandemia ha supuesto un reconocimiento a muchas profesiones de este país. Ahora, la figura del maestro se ha convertido en imprescindible, algo por lo que abogamos desde nuestra Fundación.
MdP .-¿Qué significa para ti ser maestro?
Para mí es algo muy vocacional, se tiene o no se tiene, va más allá de sacarte un título, está en el ADN y a partir de ahí intentas dar lo mejor de ti para sacar lo mejor de los niños a través de la educación.
MdP .-¿Cuál es el sueño de un maestro?
Dejar un buen legado. El legado de que todos sean grandes personas en cualquiera de sus categorías.
MdP .-¿Cuál es el sueño de alguien que piensa en la educación de nuestros niños?
Lamentablemente, el colegio, en muchos casos, se convierte en un aparca niños en lugar de ser algo que todos queremos y que es muy complicado de entender: el concepto de familia-escuela. Si pudiéramos trabajar este término como un elemento integrador y que el desarrollo pedagógico de las escuelas se retroalimentasen con el de las familias y viceversa sería estupendo porque ganaríamos todos.
A veces, las familias no entienden que educar a sus hijos es también su labor, que debería estar coordinada con el centro. Pero es que también sucede que el profesor, en algunos casos, no hace partícipe a la familia del proceso de la educación que comienza en el centro y que debe continuar en casa. Las dos acciones son ámbitos que deben ir de la mano.
MdP .-¿Qué es lo irrenunciable en educación?
La educación va más allá de los saberes, del conocimiento. En primer lugar, algo irrenunciable es la protección del menor en toda su extensión, tratando el tema del bullying, el acoso, el ciber-acoso, el abuso sexual, y educar desde el respeto y la tolerancia a todos los niveles.
Otro pilar innegociable en la formación debe ser el educar en la ecología integral, en la sostenibilidad, en la utilización de nuestros recursos… todo lo que tiene que ver con los objetivos de desarrollo sostenible. Son materias que deben cultivarse y cuidar permanentemente. Veo cuatro pilares: una educación inclusiva; equitativa y de calidad; que sea para todos por igual y que nadie se quede fuera. Allí donde haya niños con dificultades, la educación debe dar siempre oportunidades.
Además, hay que educar en el cuidado de los demás, porque cuidar es darse, cuando tú te cuidas, aprendes a cuidar. El cuidado es la evidencia de una mejora real en el sistema de aprendizaje. Debemos combinar todos los saberes y convivir con ellos: los científicos, los artísticos, los humanísticos. Al final, todo es un complemento holístico integral del cuidado educativo.
MdP .-¿Cuáles son nuestras carencias en este sentido y cuáles nuestras virtudes?
Siento que hay un fallo en el sistema y es el de educar a nuestros hijos “para una criba”, como por ejemplo la EVAU. Que el saber se defina por un número que marca si puedes o no entrar en la carrera que has elegido, me parece que no se adapta a las necesidades reales de una buena educación.
Se dedica mucho tiempo al corte a la nota, de modo que la educación corre el riesgo de convertirse en algo elitista. Si la nota que computara recogiera también algo más intangible como los valores e incluso la vocación de cada persona… estoy seguro que se valoraría de forma diferente y creo que más completa. Me da la sensación que todo lo que tiene que ver con la llamada “excelencia” académica es excluyente, que deja fuera a la mitad de las personas. A pesar de ello, soy consciente de que lo que hablamos es casi una utopía, algo prácticamente imposible. Para mí, entre los criterios de evaluación, es imprescindible que estén muchos más criterios que definan a la persona además de las notas.
Es clave que entendamos que la educación tiene que ayudar a definir y a orientar a los jóvenes hacia el mundo laboral, no sólo a intentar transformar el mundo con ideales de forma intelectual. Es decir, deben estar capacitados y formados para desempeñar un buen trabajo.
“Acompañamos procesos, transformamos realidades”, así es como define Juan Pedro Castellanos su late motiv.