Madrid, 11 de junio de 2025 – En Mensajeros de la Paz presentamos nuestra Memoria Anual 2024 en un acto celebrado en el Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Madrid, que reunió a representantes del ámbito social, empresarial y mediático. Fue un momento para compartir los principales logros y desafíos que hemos afrontado durante el último año.
El periodista Fernando Jáuregui condujo el acto, en el que participaron nuestro director general, Sergio Mella; Javier Urrecha, responsable de Acción Social en Deloitte; Chelo Felip, presidenta de Mensajeros de la Paz en la Comunidad Valenciana; y nuestro presidente y fundador, el Padre Ángel.
Estos son algunos de los datos que compartimos:
445.104 personas beneficiadas en total
357.383 beneficiarios indirectos
87.721 beneficiarios directos
Más de 1.000 trabajadores en España (entre Asociación Mensajeros de la Paz y Edad Dorada Mensajeros de la Paz)
Más de 540 personas voluntarias en España
Presencia en 79 países
Nuestro director general, Sergio Mella, lo expresó así:
“Hemos aumentado un 75 % el número de beneficiarios, el equivalente a la población de Bilbao y Santiago de Compostela juntas. Algunos de los proyectos que hemos implementado este año incluyen la atención a personas mayores vulnerables y un programa clave de reinserción sociolaboral. También hemos ampliado nuestra presencia internacional, llegando a países como Liberia y retomando proyectos antiguos, como los de Irak. Ha sido un año de esfuerzo y compromiso para servir a quienes más lo necesitan.
Estos logros no son solo cifras, son historias, vidas transformadas, desayunos compartidos, abrazos dados…”
Uno de los momentos más emotivos del acto fue el testimonio de Javier Urrecha, quien compartió la experiencia de Deloitte como empresa colaboradora, subrayando su implicación en proyectos probono, financiación de iniciativas sociales y voluntariado corporativo:
“Hemos colaborado apoyando proyectos económicamente, pero no es lo único que puede hacer una empresa. Nuestra acción social se alinea con la lucha contra la pobreza y el empleo. Dos pilares: el voluntariado corporativo —parte de nuestra formación es saber lo que pasa—, porque una persona no puede serlo plenamente si no pone su talento al servicio de los demás. Sabemos que no vamos a cambiar todo el mundo, pero sí ser parte de esta sociedad y entender su realidad. El probono es otra vía que muchas empresas podemos utilizar: poner nuestros servicios y conocimientos al servicio de organizaciones sociales, con personas expertas que aportan un apoyo muchas veces más valioso que el económico.”
También intervino Chelo Felip, quien relató nuestra respuesta ante la emergencia provocada por la DANA en la Comunidad Valenciana, emocionando a todos los presentes y subrayando la importancia de la acción local y la colaboración con entidades del territorio:
“El 2024 no fue un año cualquiera, fue un año que cambió nuestras vidas. Cuando el agua empezó a bajar y lo cubrió todo, descubrimos otra cosa: que las diferencias sociales se diluyen cuando el agua te llega al pecho. El barro nos igualó y nos unió. Lo que vimos entonces fue sobrecogedor: nacía una nueva forma de comunidad.
Y en medio de tanto dolor, hubo una figura que no nos dejó solos ni un minuto. Él estuvo ahí desde el primer momento, con sus botas manchadas de barro, sus manos sosteniendo las nuestras, su voz serena… todo temblaba y su sentido del humor fue un consuelo. El Padre Ángel fue uno de los nuestros. Estuvo allí el mismo día de la DANA. No dos ni tres días después: ese mismo día.”
Cerramos el acto con unas palabras del Padre Ángel, quien agradeció el compromiso de todas las personas que hacen posible nuestra labor y nos animó a seguir construyendo una sociedad más justa y solidaria:
“Estar hoy aquí presentando una memoria de actividades es reafirmar que Mensajeros de la Paz es un proyecto precioso, y no solo de dos curas. Cuántas veces me preguntan: ‘¿Y cuándo tú faltes, qué va a pasar?’ Pues lo que va a pasar es lo que hoy vemos aquí. Hoy solo quiero dar las gracias.”
Reafirmamos nuestro compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y con programas clave como PROSOL, centrado en la inclusión sociolaboral, y con la Fundación Social Padre Ángel, dedicada a combatir la soledad no deseada.